¿Qué es una leyenda?
Una leyenda es
un relato o serie de sucesos imaginarios o maravillosos. También se llama
'leyenda' a un tipo de composición literaria en la que se narran sucesos
Y ahora que quedo claro que es una leyenda les dejo las que
encontré
Aquí te dejo dos leyendas que en lo personal son las mejores de Tequisquiapan.
La Presa
Centenario
A principios de este siglo, cuando estaban construyendo la Presa
Centenario, el ingeniero que estaba a cargo de la construcción, tenía mucho
temor de que sus cálculos no fueran precisos y que, al ser terminada la
construcción, dicha obra se derrumbara con las primeras avenidas fuertes de
agua. Una noche que se encontraba apesadumbrado se le presentó el mismísimo
diablo convertido en una persona muy bien vestida, alegre y jovial, de aspecto
tierno y con una mirada penetrante. Entonces le dijo: “Si quieres terminar con
la construcción de la presa y que ésta no se destruya ni con las avenidas más
fuertes de agua, tendrás que hacer un pacto conmigo”. El pacto consistía en que
tenía que entregarle a niños inocentes para dar su permiso y pudiera terminar
la obra. En ese tiempo muchos niños de varios poblados cercanos a Tequisquiapan
se perdieron; los niños fueron vertidos en cada uno de los pilares, todos vivos
tomados de las manos, y se les sepultó con el material de construcción que se
utilizaba en ese tiempo. Según el pacto sólo con estos niños se podía sostener
la cortina de la presa y prueba de ello es que ha resistido grandes avenidas de
agua. Años después de construida la presa, se dice que por las noches -en el
agua que está saliendo de sus vertederos- se oyen voces de niños diciendo:
"¡Agárrense, agárrense porque si no se va a derrumbar!". Son muchos
los que cuentan haber escuchado esas voces en forma de quejidos cuando ha
llovido mucho y la presa está a punto de colapsarse.
La leyenda de la hacienda de San Nicolás
Una
mañana del año 1746, doña Aurora cocinaba en la inmensa cocina de su Hacienda
de San Nicolás, cercana al pueblo de Tequisquiapan. Los vapores del caldo que
cocinaba le hacían sudar su blanquecino y pálido rostro –que recordaba glorias
pasadas- y sin sentirlo siquiera su pensamiento se fue en retrospectiva hacia
aquél a quien tanto había amado. De pronto volvió a sentir sus brazos
rodeándola por el talle. Eran aquellos mismos y musculosos brazos de su
enamorado amante, -muerto en la horca por la santa inquisición debido a ese
prohibido amor-, con quien había vivido los años más apasionados de su lejana
juventud. Recordó y añoró en cada poro de su piel, las caricias de esos brazos
que una vez la habían hecho vibrar y sentir correr la vida por sus venas. Cuenta
la leyenda que después de la muerte de su amado se había refugiado en su vieja
Hacienda, olvidando al mundo y dejándose olvidar por él. Las paredes de aquella
fortaleza habíanse enmohecido, al igual que su piel y su alma; aquellas por el
tiempo y la humedad, éstas por la tristeza y la melancolía. Se cuenta que esta
solitaria dama murió en su querida Hacienda en la peor de las soledades, en
compañía solo de sus criados y de unos cuantos perros. Pasaron los años, las
décadas... las centurias. Los lugareños aseguran que ahora en esa olvidada
Hacienda vaga el alma de doña Aurora; y que en las noches frías, cuando el
viento sopla con fuerza entre los huecos de sus paredes, se escucha su voz
gritar el nombre de su amado: Luiiiiiiiiiisssssssssss!. Y dicen también que las
parejas que llegan a entrar en esa vieja casona ansiosos de saciar su amor
quedan atrapados para siempre en un pacto prohibido, como aquel que unió a
estos dos amantes. ...Aquella mañana de un día cualquiera, del año 2003
(¡después de casi tres siglos!), la pareja de extranjeros entró a las ruinas de
la Hacienda, guiados por un común y secreto acuerdo; la necesidad de estar
solos. Atrapados en una pasión avasalladora, no alcanzan a notar que tras los
agujeros de las gastadas y altas paredes son observados por unos ojos de
anciana. La maldición, según la leyenda es inevitable... el pacto es prohibido.
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